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Espiral del Mar

Paz Grau Arcís

Psicóloga
Dragón

El dragón: el simbolismo de los animales en el trabajo personal

¿Qué vas a encontrar en este post?

En Espiral del Mar aprendemos constantemente del simbolismo que la Madre Naturaleza nos ofrece: de los animales, del bosque, del río, del mar, de la montaña… Lo que la Naturaleza nos muestra nos sirve para aprender de nosotros/as mismos/as, es una herramienta en nuestro trabajo personal, en nuestra toma de conciencia diaria; y esta es la base del trabajo de búsqueda de visión que utilizamos en nuestros talleres y en las sesiones de terapia.

Uno de los animales que más frecuentemente nos encontramos en nuestras caminatas por el bosque, es el dragón. Lo encontramos al levantar la cabeza, en una rama de un árbol próximo al camino; en una ramita que al mirar hacia el suelo, está próxima a nuestro pie; o en forma de tronco que, como en la foto, de repente se cruza en nuestro camino, grande, imponente.

el dragón

En los diccionarios de símbolos encontramos diferentes significados para el ‘dragón’. Para algunas culturas el dragón representa algo temible, a lo que hay que matar (así se le muestra en la mayoría de los cuentos de príncipes y princesas); mientras que para otras se le muestra como algo sagrado (por ejemplo, en la cultura china).

Cuando me encuentro con el dragón, siento alegría, calma, serenidad… me llega algo similar a “todo está bien, tranquila que todo está bien; todo está tal y como tiene que estar; todo lo que ocurre forma parte de lo que tienes que aprender”. Es como encontrarme con un viejo sabio que desde siempre me ha acompañado, sentirlo, darme cuenta de que ahí está (en mi interior, cerca, muy cerquita de mi corazón). Cuando ruge, lo siento en la presión del pecho, en la garganta que está como más apretada; cuando dormita, me siento liviana, mi pecho se ensancha. El dragón me protege, protege mi corazón, lo más sensible de mí, lo más cercano a mi alma, lo más conectado con el amor y también lo más fácil de herir. Es un gran compañero de camino.

En muchos cuentos y leyendas se ‘mata’ al dragón para rescatar a la princesa, tal vez como símbolo de matar a la coraza que a lo largo de nuestra vida hemos ido construyendo para protegernos y que oculta quienes realmente somos, que oculta nuestra esencia, y también nuestra parte más amorosa. Para mí, lo ‘ideal’, el objetivo a conseguir, es ser amigos del dragón, conocernos, saber hablar con él, escucharle cuando ruge, sentirle, saber qué le hace enfurecer, cuándo puede dormitar… porque ahí, justo ahí, cuando descansa confiado, es cuando realmente nos sentimos a salvo para poder mostrar quienes realmente somos y poder mostrar también nuestra parte más amorosa.

Dragón

Y a ti… ¿en qué te puede ayudar el dragón?

Mi propuesta es que si te encuentras con él, si lo encuentras en tu camino, en forma de rama, en forma de piedra, en forma de imagen que aparece de repente en internet, en forma de imagen que aparece en sueños, etc. ¡¡entonces es momento de trabajar con el dragón?

¿Y cómo lo puedes hacer?

  1. Puedes meditar visualizando la imagen del dragón, bien una que hayas buscado en internet o en un libro, bien dibujándolo tú, bien simplemente imaginándolo.
  2. Puedes sentir y reflexionar cómo te estás protegiendo, cómo estás protegiendo tu parte más sensible ¿Estás muy protegida, tal vez demasiado, o por el contrario estás a ‘corazón abierto’ y cualquiera te puede herir?
  3. Encontrarse con el dragón también es una oportunidad para dialogar con tu dragón interior, agradecerle lo que hace por ti, preguntarle por qué ruge tan a menudo, cuándo siente la necesidad de tirar fuego, cuando dormita, qué señales sentimos en nuestro cuerpo cuando está alerta…

¡¡Desde L’Espiral del Mar os animamos a que probéis a trabajar con el dragón y nos escribáis diciendo cómo os ha ido!!

¡Gracias por compartir!