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Espiral del Mar

Paz Grau Arcís

Psicóloga
Pequeña llama

Tres propuestas para celebrar la Nochebuena y la Navidad

¿Qué vas a encontrar en este post?

Hace unos días celebramos el solsticio de invierno, el momento de máxima oscuridad del año. Hablábamos en el post que publicamos esos días acerca de lo que necesita morir en nosotros, de lo que necesitamos podar. También el frío invierno es un momento de conectar con la sombra, con aquella parte que consideramos más oscura de nosotros, la que no nos gusta, la que rechazamos. De sentirla, tocarla.

Y aun así, hoy es Noche Buena, un momento de luz en medio de la oscuridad. La tradición nos habla de esta noche como un momento de esperanza, porque también el solsticio trae consigo la promesa de que a partir de ese momento la luz va a ir ganando terreno a la oscuridad, los días serán cada vez más largos y las noches más cortas, con todo el simbolismo que quieras asociar a este hecho.

Según la tradición cristiana, hoy celebramos el nacimiento de Jesús en un pesebre. Y para celebrarlo te hago tres propuestas. No se trata de hacerlas todas de un tirón, sino de escoger una, buscar un momento de calma y adentrarte en ella; sentirla en profundidad. Y a partir de ese momento, cada vez que te acuerdes de ella, sentirla de nuevo y sentir qué produce en ti. Al cabo de un día o dos, puedes introducir la siguiente e ir trabajándolas al mismo tiempo, o como tú lo sientas. Y así hasta que las hayas introducido todas.

Propuesta 1. Visualización del niñ@ interior

La primera propuesta para hoy consiste en una visualización con tu bebé interior. ¡¡Te guío en ella a través de este audio!!

¿Cómo ha ido? ¿Qué sensaciones has sentido? Como siempre, te animo a escribirlo en tu Cuaderno de Bitácora.

Propuesta 2. Ser inocentes como un/a bebé

Bebé interior

La segunda propuesta está muy relacionada con la anterior. Se trata recuperar la inocencia de tu niñez. ¿Recuerdas alguna de las preguntas tan inocentes y tan obvias que hacen a veces l@s niñ@s cuando aún no han perdido esa inocencia, cuando aún no les hemos sociabilizado demasiado? ¿No te maravilla la imaginación que tienen? ¿Cómo pueden jugar con un simple bote y varias piedras e inventarse viajes maravillosos?

Te propongo que juegues a recuperar la inocencia en la vida. Para empezar, mira a tu alrededor observando cuidadosamente todo lo que te envuelve, con la inocencia de alguien que no ha visto nunca ninguna de estas cosas ni de estas personas. ¡¡Déjate sorprender!! ¿Cómo sería mirar con esa inocencia a las personas con las que convives? ¿Y a todas aquellas con las que te encuentras? ¿Cómo sería no tener todas las ideas sobre cómo es cada persona? ¿Cómo sería para ti volver a ser inocente para sentir curiosidad, para preguntar lo que no sabes? ¿Y para jugar, para divertirte?

Te invito a introducir esta mirada inocente en tu vida.

Propuesta 3. Meditación con la llama interior

Pequeña llama

La tercera propuesta es muy sencilla, pero puede ser muy potente. Consiste en que medites en una habitación a oscuras, con una vela delante. Centra tu mirada en la llama de la vela. Después de unos minutos, imagina que esa vela está en el centro de tu pecho. Siéntela cálida y suave. Te proporciona el calor interior necesario para mantener tu corazón tierno, blando, amoroso. Esa sensación de calidez va poco a poco iluminando y caldeando todo tu cuerpo. Es una sensación amorosa, tierna y confortable. En el momento que lo consideres poco a poco, abres los ojos.

Recuerda cómo es esa sensación de calidez y trata de conectar con ella siempre que lo necesites. Sólo tú puedes mantener encendida la llama de tu corazón. No dejes que se apague nunca.

Estas son las tres propuestas. Como siempre, no dudes en escribirme para lo que necesites.

¡¡Un abrazo y felices fiestas!!

¡Gracias por compartir!