Terapia durante la infancia y la adolescencia
La infancia
¿Quién no ha sido niño/a? ¿Recuerdas cuando tenías 7 años? ¿Cómo era tu vida? ¿Recuerdas a qué te gustaba jugar? ¿Con qué disfrutabas? Y, ¿qué te dolió? ¿Qué necesitaste y te faltó?
La infancia es una etapa de la vida que a menudo recordamos como una etapa feliz, de aprender jugando y de disfrute. Pero además de todo esto, la infancia es una etapa especialmente sensible para cualquier persona, ya que aún no hemos desarrollado el carácter (la coraza que nos permite sobrevivir). El carácter lo vamos desarrollando a medida que vamos atravesando situaciones dolorosas, y también en base a las exigencias y prohibiciones de nuestros m/padres, maestros/as y de la sociedad en general. Todo ello nos puede ocasionar heridas que harán que en la vida nos desenvolvamos de una manera o de otra, que nos relacionemos de un modo o de otro, que nos protejamos de una manera u otra.
Como p/madres, acompañamos a nuestros/as hijos/as lo mejor que sabemos. Y a veces ocurre que vemos que nuestros hijos están sufriendo, que les ocurre algo y no acabamos de saber qué es, o nos sentimos desbordados/as por su comportamiento y no sabemos qué hacer.
La pubertad y la adolescencia
La pubertad y la adolescencia suponen un gran reto para la persona adolescente. En poco tiempo, su cuerpo crece muchísimo, sin darles tiempo a adaptarse a ese crecimiento tan rápido. Las hormonas hacen que sus emociones cambien rápidamente. Se encuentran en ‘tierra de nadie’, entre la infancia y el mundo de las personas adultas, sin pertenecer ni a uno ni a otro.
En esta etapa “el trabajo” que le toca a la persona adolescente es separarse de su madre y de su padre, convertirse en una persona autónoma, con sus propias ideas, con su propia vida, y de ello depende que el día de mañana pueda ser una persona sanamente independiente. El trabajo que les toca a los padres es poner límites que les permitan sentirse seguros, y soltar, dejarles que poco a poco alcen el vuelo. Pero esto a veces no es tan sencillo, y las discusiones son frecuentes, o el adolescente lleva su deseo de independencia a extremos arriesgados.
Cuándo venir a terapia
- Cuando tu hijo/a está triste con mucha frecuencia o cuando se enfada y constantemente.
- Si tiene pesadillas por la noche.
- Si le agreden otros niños/as.
- Si parece estar muy sensible.
- Si les cuesta relacionarse con otros niños/as o con las personas adultas.
- Si están pasando o han pasado por una enfermedad grave.
- Si estáis atravesando una separación y ves que le está afectando.
- Si estalla muy a menudo.
- Si no respeta los límites, las normas de casa.
- Si en el colegio os comunican que está teniendo mal comportamiento.
- Si lo ves decaído o que no queda con amigos/as.
- Si siempre está jugando a la Play o con el móvil.
En definitiva, si intuyes que puede estar pasando por un momento difícil, has hecho todo lo que está de tu mano y no sabes qué más hacer para acompañarle.
Para qué venir a terapia
- Para que el niño/a o adolescente pueda expresar y comprender lo que le ocurre, que pueda ponerle palabras a lo que siente: sus miedos, lo que le preocupa, qué desea, qué necesita.
- Para que pueda desarrollar estrategias para estar en el mundo más a gusto consigo mismo y con los demás.
- Para que pueda comprender el mundo de los adultos.
- Para que tú, madre o padre, puedas comprender qué le ocurre y qué necesita de modo que puedas acompañarle mejor aún mejor de cómo ya lo haces.
- Para que pueda sentirse mejor, más feliz.
- Para que despiertes tu intuición, tu instinto y te conectes con la niña o el niño que fuiste, y desde ahí puedas acompañar a tu hija/o en eso que le duelo y que también a ti te dolió.
- Para que puedas crear un espacio de armonía en tu hogar, un espacio seguro de amor y respeto.
Cómo son las sesiones
Las sesiones con niños/as y con adolescentes se realizan a través del juego y de la expresión plástica (pintura, modelado en arcilla, etc.), de modo que puedan conectar con lo que les ocurre, puedan expresarlo y puedan sanarlo en la medida de lo posible.
La terapia infantil o con adolescentes, siempre va acompañada de sesiones periódicas con los padres, en la que también ellos aprenden sobre sí mismos (sobre su niño/a interior) y sobre cómo relacionarse de otra manera con sus hijos e hijas.
Qué tienes que hacer si quieres que tu hijo o tu hija vengan a terapia
Si estás preocupada/o por tu hija o por tu hijo y te estás planteando que venga a terapia, contacta conmigo. Llámame (629632569), envíame un whatsapp o escríbeme un mail (espiraldelmar@gmail.com), como te resulte más cómodo.
Explícame tus dudas, lo que te preocupa, y vemos cómo podemos hacerlo. Esta es tu casa. Si tu quieres, está abierta para ti.
Las sesiones con niños/as y adolescentes siempre son presenciales y pueden ser en Montseny (Barcelona) o en Valencia.