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Espiral del Mar

Paz Grau Arcís

Psicóloga
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Todo cambia

¿Qué vas a encontrar en este post?

Todo cambia. Queramos o no, todo cambia. A la primavera le sigue el verano, y a éste el otoño, y a éste a su vez, el invierno. Y vuelta a empezar. A la noche le sigue el día, y de nuevo la noche, y de nuevo el día.

El domingo pasado, estábamos sentados en el sofá, y de repente oímos un golpe en el cristal, mi hija gritando: ¡mamá, un pájaro se acaba de ‘estampar’ contra el cristal del balcón!. Remo, nuestro fiel perro, ladrando sin cesar en dirección a la ventana. Voy a ver qué ocurre… y me encuentro a pollito, al último pollito que ha nacido y crecido en el nido de nuestro balcón, realizando sus primeros intentos para volar. En ellos se había dado un golpe contra la ventana, y ahora iba ‘caminando’ entre las múltiples macetas, ora por encima de unas hojas, ora cerca del cactus… Y entonces me surge la pregunta: “¿qué hago?, ¿lo cojo y lo pongo de nuevo en el nido o dejo que ‘se las apañe’?”. Decido dejar que la Naturaleza siga su propio curso, observar por si acaso, pero dejar que pollito haga su propio aprendizaje. Y nada, ahí lo dejo, de vez en cuando miro desde la distancia… y en una de esas, pollito ya no está… se fue, salió volando. Miro por si acaso hacia la calle… pero allí tampoco está… Se fue… y me invade cierta tristeza, cierta melancolía… Contenta, porque se fue, fue capaz de aprender a volar con sus propias alas y triste porque… porque me había acostumbrado a sentarme y verlo allí, creciendo, primero pegado a su padre y a su madre, a ir viendo esa pequeña bolita negra con plumón amarillento, ir viendo como iba ocupando cada vez más parte del nido… y de repente se fue. Y eso me lleva a mis hijas… Paula ya tiene 15 años, Yaiza 11… y así las voy viendo crecer, con alegría, acompañándolas… y… ays! y qué difícil es simplemente dejarlas crecer, acompañarlas y así, simplemente, mirarlas y dejar que prueben, que ensayen con sus propias alas, que se ‘estampen’ contra ventanas, que tengan que caminar en lugar de volar, que lo intenten… y finalmente… finalmente dejarlas volar con sus propias alas…

Ays…

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Y hoy es domingo de nuevo. Y resulta que hace varios días que la pareja de tórtolas andan de nuevo por el balcón, revoloteando, cantándose piropos, lanzándose arrumacos… y mira por donde que hoy, domingo de nuevo, mira por dónde que mamá tórtola ahí está de nuevo, en el nido… cola en alto, y ya ha puesto un huevo, y digo yo que pondrá dos. Y saldrán los que saldrán… y de eso va… que todo cambia…. cambia todo… Y eso me lleva a mis proyectos, a nuestros proyectos, de vida, de pareja, de familia, profesionales… porque ¿saben? ¿Saben ustedes? ¡¡Que en esta casa nos casamos!! ¡¡En 3 semanas!! Y… bueno, y eso lo dejo para otra entrada… 😉

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Mientras, escuchen… escuchen esta hermosa canción…

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