Mañana es el solsticio de invierno. Será la noche más larga del año, el momento en el que la oscuridad ocupa más espacio y hay menor lugar para la luz. Es también la puerta de entrada a la nueva estación, el Invierno.

Desde hace unas semanas otoño e invierno han estado danzando juntos, y en ese diálogo que han estado manteniendo, invierno ha ido ganando cada vez más terreno a otoño. Los árboles de hoja caduca han ido despojándose de todos sus frutos y de sus hojas quedando totalmente desnudos. Los ropajes que han estado cubriéndolos durante las estaciones anteriores, forman ahora un tapiz de colores dorados sobre la tierra de los bosques, manteniendo su humedad y nutriéndola. Las temperaturas han ido bajando y la nieve ha empezado a cubrir parte del bosque. ¡¡El solsticio de invierno, esa puerta que abre el ciclo anual a la nueva estación, ya está aquí!! En los próximos meses se intensificará el frío, la desnudez de los árboles y la quietud en la Naturaleza.

También nosotr@s estamos más invernales. Nuestro cuerpo nos pide estar más tiempo en casa, en el interior, cerca de alguna fuente de calor; y la exuberancia del verano, la necesidad de estar principalmente hacia fuera, ha ido cambiando a una necesidad de estar más hacia dentro, hacia el interior del hogar y también hacia el interior de nosotr@s mismo@s.

Para qué te escribo hoy

Hoy te escribo para invitarte a aproveches el Solsticio de Invierno para entrar de lleno en esta estación. Para ello te animo a que observes cómo esta nuestra gran maestra Naturaleza en estos momentos, y que sientas cómo resuenan sus colores, sus sonidos, su temperatura, su luz, su oscuridad, sus aromas, sus movimientos en ti. Te invito, en definitiva, a que fluyas con la estación hibernal y a que escuches cómo es el invierno en ti; a que entres suavemente en Invierno, atravesando conscientemente la puerta del Solsticio.

 

PROPUESTAS PARA DANZAR CON MAESTRO INVIERNO

Propuesta 1. Aprender de la Naturaleza

Busca un lugar cercano a donde vives donde haya Naturaleza. Puede ser un parque o una calle con árboles. Pasea junto a ellos, lentamente, paseando ‘de verdad’. Siente el frío del invierno.

Te animo a buscar diferentes momentos a lo largo del día para estar en contacto con la Naturaleza y contigo mism@. Si convives con un perr@, el momento de salir a pasear con él puede ser estupendo para esta propuesta.

Si tienes dificultad para salir cerca de la Naturaleza varias veces el mismo día, puedes buscar diferentes días y salir cada día a una hora.

Lo que te propongo es que experimentes cómo es el invierno por la mañana, cuando está amaneciendo, que temperatura hay, qué humedad, qué luz, qué tonalidades de cielo, cómo se ven los árboles, qué hacen los pájaros (¡aun en la ciudad puedes observarlos!). ¿Cómo es a mediodía en un día soleado de invierno? ¿Cómo en un día lluvioso? ¿Y cómo es al anochecer?

Y lo más importante, ¿qué te ocurre a ti cuando hace frío? ¿Qué le ocurre a tu cuerpo? ¿Te encoges para mantener el calor?

¿Y cómo están tus emociones en cada uno de estos momentos? ¿Cómo te sienta el invierno?

Y el interior de tu casa ¿está caliente o frío? ¿Y tu interior, tu corazón, está frío o caliente? ¿Cómo podrías mantener el fuego siempre ardiendo en tu corazón? ¿Quién se encarga mantener el calor físico y emocional (preocuparse por cómo están l@s demás, de darse cuenta cuando alguien está pasando por dificultades, de sostener y apoyar en las mismas)? ¿Lo hace alguien para todos o cada uno se encarga de su propio calor?

Coge un folio o tu Cuaderno de Bitácora (en el eBook que enviamos cuando te inscribes en el blog de Espiral del Mar , explicamos detalladamente cómo utilizarlo), y anota en él todas tus reflexiones. En los próximos días realizaremos nuevas propuestas que te permitirán seguir trabajando estos aspectos.

Propuesta 2. Lo que necesita morir en ti

Invierno, además de ser un tiempo de oscuridad, es un espacio de muerte aparente. Durante esta estación, muchos árboles parecen morir. También algunos animales hibernan y otros duermen mucho más de lo que lo hacen en las otras estaciones del año. Tanto los seres del reino vegetal como los del reino animal, necesitamos dormir más horas para disminuir la energía que necesitamos, aunque la mayoría de los humanos no podemos hacerlo si queremos responder a todas las exigencias del mundo actual.

Invierno es pues un tiempo de quietud, en el que los fuertes vientos y las abundantes nieves quiebran en muchas ocasiones las ramas de los árboles, podándolos de manera natural. La siguiente propuesta pues, tiene que ver con podar ramas, que comparado con dejar caer las hojas que sobran es un movimiento mucho más brusco y de más envergadura. ¡Vamos pues a ello?

¿Qué es eso que sientes que te está lastrando en la vida? ¿Qué es lo que en tu día a día te quita más energía? ¿Cuáles son las ramas que quieres podar?

Te animo a que ,además de anotarlo ahora en el Cuaderno de Bitácora, observes en tu día a día qué es eso que hace que te encojas. Que prestes atención, que te observes.

Y como siempre, escríbeme con todo aquello que te surja. Sean dudas sobre las propuestas, cosas que te preocupan… En cuanto pueda, te contestaré.

En unos días… ¡¡seguimos con las propuestas!!

Un abrazo,

Paz